En la pandemia de la Covid-19, la preocupación inmediata de los ciudadanos europeos es la propagación del virus y la crisis de salud pública, los confinamientos y sus consecuencias económicas y la respuesta de los gobiernos. La crisis demuestra la importancia de la economía fundamental. Esta es la parte de la economía que no puede cerrarse porque produce bienes y servicios esenciales. La lista de actividades y trabajos clave en cada economía nacional proporciona una definición práctica de lo que se considera fundamental.
Pero, ¿qué vendrá una vez termine la crisis? Después de la crisis, ¿volveremos por defecto a lo “malo conocido”?; ¿o podemos defender una provisión renovada de los bienes y servicios fundamentales que se han descuidado en la generación anterior?. Antes de la crisis, desarrollamos y apoyamos públicamente el concepto de economía fundamental; ahora el pensamiento fundamental es más relevante que nunca para un futuro habitable, sostenible y democrático. Por favor, lea ¿Qué viene después de la pandemia?, del Foundational Economy Collective, que contiene una batería de diez puntos para renovar los fundamentos de la economía. O, el Manifiesto 2020, que es una versión más corta de dicha propuesta.